Evolución de la presencia de COOPI en Perù
Desde 2001, COOPI ha estado trabajando para fortalecer las capacidades de la sociedad peruana para enfrentar los desastres, promoviendo la resiliencia en el tejido social a través de una mejor preparación comunitaria y una gestión de riesgos basada en sólidas sinergias con los gobiernos locales y las comunidades urbanas y rurales.
Desde 2018, el país se ha visto fuertemente impactado por la crisis humanitaria venezolana que ha provocado el desplazamiento de más de 1.500.000 personas altamente vulnerables hacia Perú. El impacto negativo sobre la economía local, con una estructura ya frágil, es muy significativo y en los últimos años se ha visto agravado aún más por la crisis sanitaria de la pandemia de COVID-19. En este contexto de fuerte emergencia humanitaria, COOPI ha apoyado y sigue apoyando tanto a la población inmigrante y de refugiados como a las comunidades de acogida con iniciativas para mejorar el acceso al agua y al saneamiento en los puntos WASH (“Water and Sanitation for Health”, o agua, saneamiento e higiene en español) a lo largo de la ruta migratoria y en los establecimientos educativos y sanitarios a escala nacional, la prevención de la propagación de enfermedades y epidemias en contextos de emergencia, así como intervenciones de protección dirigidas sobre todo a los sujetos más frágiles, como mujeres, ancianos y niños, y que incluyen no sólo mecanismos de derivación de casos críticos, sino también iniciativas para reforzar las capacidades laborales de los inmigrantes, con vistas a una mejor integración social y económica.
COOPI en Perù hoy
COOPI lleva a cabo en Perú programas multisectoriales integrados y promueve el fortalecimiento de la resiliencia de las comunidades urbanas y rurales, operando dentro de un marco que vincula la respuesta humanitaria con la rehabilitación y el desarrollo. COOPI interviene en sinergia con agencias de las Naciones Unidas, organismos públicos y actores locales para la gestión de la crisis humanitaria venezolana, con iniciativas de asistencia humanitaria relacionadas sobre todo con la protección y el acceso al agua y la higiene y con proyectos de protección del medio ambiente y reducción de riesgos de desastres naturales y antrópicos en las zonas más afectadas por emergencias periódicas, como la región de Lima, el norte (regiones de Piura y Tumbes) y la zona amazónica (regiones de Loreto y Ucayali) del país.
El trabajo de COOPI en Perú siempre se ha caracterizado por el fomento del respeto a los derechos humanos, una gobernanza inclusiva y participativa, la transparencia (Accountability Affected Population-AAP) hacia la población participante y las autoridades, y el empoderamiento de las organizaciones locales, para apoyar a los grupos en situaciones específicas de vulnerabilidad como las poblaciones indígenas, los agricultores, migrantes, solicitantes de asilo y refugiados, con prioridad de asistencia a mujeres y niños.